¡Hola, colegas!
La reflexión sobre nuestras propias prácticas y la de nuestros colegas, esto es la posibilidad de mirar-con-otro, los procesos y resultados de la enseñanza y los aprendizajes, requiere volver la mirada sobre el camino recorrido.
¡Cuánto hacemos y decimos en el aula! ¡Con cuántas respuestas nos asombran nuestros alumnos! ¿Qué cosas sucedieron en el entramado del ecosistema del aula?¿Cómo seguimos? ¿Qué sucederá en nuevas clases? Todas las respuestas a estos interrogantes y muchos más, ¿nos sirven de insumo para avanzar/mejorar/atrevernos/...?
La observación es un medio para obtener información y un proceso para producir conocimientos . Proporciona una representación de la realidad que pretendemos analizar o estudiar.
La idea de reflexionar sobre las prácticas áulicas, no sólo sobre lo sucedido, sino de las intervenciones necesarias para contribuir a que los alumnos construyan sus aprendizajes, requiere la escritura de sucesivos registros sobre los cuales centrar el análisis.Es imposible abarcar el todo el abanico de aspectos a observar en las clases. Por tal motivo es imprescindible "hacer foco": centrar la mirada en algunos indicadores que consideremos importantes para realizar un seguimiento. Se observa a partir de variados filtros y allí se significa lo que se observa.
El observador no dispone de verdades, sino de versiones construidas desde su singular punto de vista.
Según Rebeca Anijovich- TRANSITAR LA FORMACIÓN PEDAGÓGICA-, existen dos clases de registros: categoriales o cerrados, y narrativos o abiertos.
Algunos registros pueden realizarse durante el desarrollo de la clase y otros, después de concluida.
Es importante organizar la información recogida y analizarla explicándola desde los fundamentos teóricos.
Se puede ver un ejemplo de registro organizado mediante un cuadro, accediendo al link: 
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